Todas las mochilas deberían tener herramientas para dar servicio a las tres necesidades básicas que tiene el aventurero: Ser ligeras para no aumentar el esfuerzo en la marcha; ser transpirables con el fin de no provocar un sudor excesivo en espalda y hombros; y tener la capacidad de carga suficiente para llevar la equipación necesaria en la expedición.

Por supuesto, el peso de estas 3 caracteristicas puede variar dependiendo de las condiciones climatológicas que van a imperar durante la marcha. No es lo mismo realizar una expedición por las llanuras de Svalbard a -12 ºC con un clima seco, en donde la mochila se puede convertir en un elemento más de termo-protección, que en las selvas de Laos con temperaturas de 32 ºC, humedad del 80% y lluvia torrencial, en la que la mochila puede pasar a ser un calefactor pegajoso.

Para el segundo caso, la marca sueca del zorro ártico lanza un modelo mejorado de su mochila Abisko Friluft, diseñada especialmente para climas cálidos y húmedos.

Disponibles en versiones de 35 y 45 litros, las mochilas Abisko Friluft destacan por su diseño ligero y estable con espalda fija. Su diseño ligeramente curvado, junto con un panel trasero de malla, permite una óptima circulación de aire, manteniéndote fresco incluso en los días más calurosos. El primer cambio importante introducido en la nueva versión de la Abisko Friluft es la incorporación de dos tamaños: S/M y M/L, lo que permite a los excursionistas encontrar el perfecto para su forma y tamaño corporal. Además, las correas para los hombros ergonómicas y el cinturón de cadera actualizado garantizan una mayor comodidad durante todo el recorrido.

Abisko Friluft 45

Para excursiones de más de un día. Cuenta con un amplio espacio de almacenamiento, bolsillos estratégicamente ubicados y características inteligentes como cremalleras que facilitan el acceso al contenido.