¿Cuánto dura tu zapatilla de trail running?

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NNormal ha sometido a análisis sus zapatillas Kjerag con una muestra de 511 corredores y ha concluido que pueden durar hasta 1.350 Km antes de estar completamente desgastadas.

En el parque de bomberos de Livermore, California, hay una bombilla que lleva funcionando desde 1901, hace 124 años, de la empresa Shelby Electric Company. Una bombilla que se construyó cuando las empresas no tenían ni idea de lo que era la obsolescencia programada, y todos sus productos se hacían para ser más fuertes y más duraderos que los de su competencia.

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En la doctrina de vender más y en crecimiento constante todavía no se había implementado la fecha de defunción del producto, como si fuese un replicante de Blade Runner, para potenciar el aumento de ventas. Es decir, la obsolescencia programada. Una obsolescencia programada que han perfeccionado hasta niveles diabólicos las empresas tecnológicas. Cuando uno se compra un móvil, sabe perfectamente que no va a pasar de los cuatro cinco años. Ya se puede haber gastado 1000 euros en el aparatito, que en cuatro navidades su hardware no aguantará las actualizaciones de software. O si lo aguanta, el software que trae de fábrica ya integrará una orden que le vuelva loco el aparatito para que no vaya todo lo fino que debiese si pasa de los 10,000 mensajes de whatsapps (por poner un ejemplo).

Pero la obsolescencia programada no trabaja sola, silenciosa y taimadamente. La publicidad y los centros comerciales son su mejor aliada. Tener el último modelo de lo que sea se puede convertir en el objetivo vital de muchos de nosotros. Más memoria, más píxeles, más pantallas, más cámaras…más de lo que sea. El consumismo se ha convertido en una nueva religión-dependencia que empuja a comprar cosas como solución a muchos agujeros que tenemos en el interior. Es comprensible, el subidón de una nueva compra la ha experimentado todo el mundo. El problema es que dura muy poquito.

"Pensar en la huella de carbono de un zapato por kilómetro, en lugar de solo el costo total de carbono, tiene sentido."

No me mal interprete, tener alguna cosa bonita no tiene nada de malo. Todos trabajamos mucho y de vez en cuando nos merecemos un capricho. El problema viene cuando el capricho no es el producto en sí, o mejor dicho, las experiencias que nos puede proporcionar el uso de ese producto, si no la adquisición de ese producto.

La cantidad de vídeos en youtube sobre el Unpacking de la última playstation o el último iPhone, son una prueba de esto ¿Tanto placer da desembalar un aparato? Parece que sí.

Es cierto que las tecnológicas lo tienen más fácil para implementar la obsolescencia programada en sus productos, basta incluir un subprograma informático con cuenta atrás. Pero empresas que fabrican zapatillas de running, también pueden hacerlo. Basta que utilicen unos materiales, unas técnicas que doten de una durabilidad calculada al calzado.

Con la creencia de que a mayor resistencia, menor consumo y menores emisiones, la marca Nnormal acaba de lanzar un estudio que determina cuántos kilómetros pueden utilizar las zapatillas Kjerag sus consumidores, para probar  que la durabilidad es fundamental para reducir la huella ambiental en la industria del trail running. 

Hay que indicar que durabilidad y sostenibilidad no son conceptos equivalentes. Sostenibilidad hace referencia al principio, en el caso de las zapatillas, de construcción que no comprometa los recursos naturales para las generaciones futuras. La durabilidad de un producto es que, simplemente dure. Por ejemplo, la fabricación de la bombilla en principio del artículo mencionada se prohibió porque consumía demasiada energía y su construcción era contaminante…aunque durase siglos.

La durabilidad de una zapatilla es una cualidad de la equipación deportiva que más interesa al bolsillo del consumidor, sobre todo de aquel que golpea la montaña todas las semanas. Por supuesto, “sin que ello comprometa al rendimiento en las actividades outdoor”, tal y como indican Kilian Jornet y Camper, fundadores de Nnormal.



Es evidente que una zapatilla de running, sobre todo de trail, debe ser dura y aguantar todas los golpes que recibe contra rocas, raíces o grava. Pero también debe ser ligera, confortable al pie, estable en la pisada y reactiva en cada impulso. Ah! Y bonita, la estética también tiene su importancia. Pero todo esto es problema de los ingenieros que las diseñan.

Cuánto emite la fabricación de una zapatilla

Volviendo a la durabilidad y su impacto en el medio ambiente, es que cuanto más duraderas son unas zapatillas, menos pares se deberán utilizar y por lo tanto menos emisiones se generarán en su construcción.

Pero “¿De qué sirve calcular las emisiones que genera la fabricación de un par de zapatillas sin saber cuántos kilómetros duran unas zapatillas?” se preguntan los fabricantes de Nnormal

El año pasado, NNormal calculó que la emisión de sus zapatillas modelos Kjerag y Tomir es de 7,5 Kg CO2 por cada par. Fijándose en los 1.350 kilómetros de media que pueden recorrer los consumidores con sus Kjerag, la marca ha obtenido el dato significativo de que estas zapatillas generan solo 5,5 Kg de CO2 por cada 1.000 Kilómetros.

En este sentido, Brianna Rita Pagán, NNormal advocate y Deputy Manager en NASA Goddard Earth Sciences Center Data and Information, ha señalado que “pensar en la huella de carbono de un zapato por kilómetro, en lugar de solo el costo total de carbono, tiene sentido. Observamos cómo se acumula el carbono en el zapato con el tiempo y el uso, no solo en el momento de su fabricación. Esto nos ayuda a determinar qué zapatos son mejores para el planeta, teniendo en cuenta su durabilidad y longevidad. Esto también puede motivar a las empresas a diseñar zapatos que sean mejores para nuestro planeta a largo plazo”. 

El Estudio con el modelo Kjerag

NNormal ha realizado un estudio a partir de una muestra de 511 corredores de todos los niveles, y ha podido comprobar que sus zapatillas Kjerag deberían durar 1.350 Km antes de estar completamente desgastadas o antes de dar por finalizado su ciclo de vida. 

Para poder llegar a esta conclusión, los corredores que han participado en el estudio han proporcionado datos relativos a su peso, los kilómetros recorridos con sus Kjerag, el terreno en el que las han utilizado y el nivel de desgaste de sus zapatillas, el cual se ha regido por la Escala de Durabilidad NNormal. Con este sistema, NNormal ha podido relacionar el desgaste de las zapatillas de cada persona con los kilómetros recorridos y, consecuentemente, predecir el promedio de vida útil de las Kjerag.

Sabiendo todo esto, ¿Sabe usted cuánto duran sus actuales zapatillas?

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