En motivo de esta colaboración y del apoyo incondicional de la marca hacia el joven esquiador, Atomic acaba de presentar unos esquís de edición limitada: los Redster X9RS Revoshock S Luci. Este lanzamiento exclusivo, limitado a solo 50 pares, encarna una visión compartida de rendimiento, estética y creatividad; valores muy arraigados en la personalidad del joven esquiador.
Diseñado por el propio Lucas Braathen y su espíritu creativo, el Redster X9RS Revoshock S Luci es una obra de arte influenciada por la tradición japonesa Kintsugi. Esta edición limitada celebra la fuerza y el carácter forjados a través de la colaboración en las pistas. Como el arte de Kintsugi, el esquí abraza la belleza de las experiencias y cuenta una historia de resistencia y fuerza, muy parecida a la trama de la última temporada de carreras de Lucas, donde experimentó una montaña rusa de éxito, dolor y regreso.
Diseñado específicamente para esquiadores poderosos, el Redster X9RS Revoshock S Luci incorpora tecnologías probadas en la Copa del Mundo, con el Corte Lateral Multi-Radius para una fácil iniciación y control en diferentes giros, desde el estilo slalom rápido hasta el carving controlado y amplio.
La innovadora tecnología Revoshock S asegura agilidad y estabilidad, incluso en pistas heladas, lo que lo convierte en la elección ideal para una experiencia de esquí versátil. Un laminado de aluminio Titanal de dos capas, escogido personalmente por Lucas, mejora la estabilidad y la rigidez torsional para los esquiadores que buscan un rendimiento potente.
Saldrán a la venta solo 50 unidades de esta edición limitada, disponible para su compra exclusivamente en la web de Atomic a partir del viernes 19 de enero de 2024.
Kintsugi
Kintsugi, o literalmente “carpintería de oro”, es el sofisticado arte de dar nueva vida a la cerámica rota. No es un intento de restaurar un objeto a su estado original; más bien es una forma de resaltar sus astillas y fracturas como un registro de su historia.
La filosofía del wabi sabi (belleza en la imperfección) es central en el arte del Kintsugi, que sostiene que es precisamente la simplicidad y la imperfección de algo lo que lo hace hermoso. Kintsugi utiliza la técnica decorativa de laca maki-e. Esto implica pegar las piezas dañadas con pegamento Kokuso Urushi, dejarlas secar y luego pulirlas hasta quedar planas. Luego, se aplica el urushi negro (laca japonesa) y se lija hasta obtener togisumi (carbón para lijar). Luego se aplica una capa de e-urushi, un tipo de barniz, y se espolvorea polvo de oro puro encima para dar los toques finales.