Hace 100 años, dos grandes amigos vivían en una pequeña isla de la costa occidental irlandesa. Dos veteranos, uno vaquero y el otro músico. Forjados por los duros vientos del norte sin más alivio que una cerveza guiness al final del día y la conversación ritual de dos personas que ya conocen todo el uno del otro.
Así comienza Almas en pena de Inisherin, una historia inverosímil que se podría escuchar en cualquier taberna irlandesa, llena de intimismo, de soledad, de humor y leyenda irlandesa. La película, que ahora se puede disfrutar en Disney+, trata del sentido de la vida y de la importancia que se da a las cosas.
La historia está tan bien contada que la película ya ha dejado una estela de premios (4 BAFTAs en el 2023) y críticas entusiastas. Con magníficas interpretaciones de los actores protagonistas que se encuadran en unas localizaciones sobrecogedoras con una fotografía excelente.
Aunque Inisherin es una isla inventada, el rodaje se produjo en varias islas reales de la costa oeste de Irlanda, cuyos paisajes son tan importantes para la historia como lo son los personajes de los dos amigos. Sin el entorno, no se podría entender la desolación que envuelve esta extraña fábula irlandesa. Esas islas fueron las Inishmore en la bahía de Galway y la isla Achill.
“Para vivir en las islas, la gente construyó muros de roca. Así que tienes esta colcha de retazos de pequeñas parcelas de tierra. Terminas con este extraordinario y antiguo patrón de paredes de roca, que en el guión de Martin está escrito casi como un laberinto, un laberinto en el que viven estos dos personajes” – Explica el director de fotografía Ben Davis.
El entorno debía notarse incluso en las escenas de interior, así que el equipo construyó la casa de Pádraic y Siobhán en un área llamada Gort Na gCapall en Inishmore. “Martin (el director de la película) nos llevó a lugares súper extremos”, dice Tildesley, productor de diseño. “Regresamos unos pasos desde la costa y encontramos un lugar en el borde del acantilado para construir la casa, mirando hacia un extremo largo de la isla hacia un antiguo monumento llamado Dún Aonghasa. Lo ves desde la ventana de la cocina. La construcción de la casa de Pádraic como plató permitió a McDonagh “disparar a través de las ventanas y ver el océano, la carretera de la costa, los campos y la isla”, según Martin McDonagh.
No lejos de la casa que se levantó con piedras traídas de la isla principal por ferry, se encuentra una de las joyas geológicas de la isla: Poll na bPéist, el agujero de gusano. Una gigantesca formación excavada en la roca de los acantilados, perfectamente regular aunque de origen natural. En este agujero se han celebrado las competiciones de salto Red Bull Cliff Diving World Series, pero se aconseja a los visitantes, a pesar de su aspecto de piscina no nadar debido a las grutas submarinas que forman corrientes en sus aguas.
Un poco más al norte se localiza la fortaleza Dún Aonghusa. Uno de los sitios prehistóricos más famosos e importantes de Europa, fuerte de piedra semicircular que se asienta espectacularmente sobre una caída de 100 metros en el mar. El fuerte consta de tres enormes muros de defensa de piedra seca. Fuera de ellos hay un chevaux-de-frise, es decir, una densa banda de piedras irregulares y verticales, miles en número. Una forma devastadoramente efectiva de impedir a los intrusos, los chevaux-de-frise rodean todo el fuerte de acantilado a acantilado.
Dún Aonghasa tiene más de 3.000 años. Las excavaciones han revelado evidencia significativa de metalurgia prehistórica, así como varias casas y entierros. Todo el complejo se reforzó en los siglos VI y VII.
Aunque en la película los dos amigos viven a 10 minutos andando, lo cierto es que la auténtica casa del bohemio Colm Doherty (interpretado por Brendan Gleeson) se sitúa en la playa de la bahía Keem en la isla Achill, a 150 km al norte de las islas Inishmore.
McDonagh describe a Achill como majestuoso. Quería “capturar la belleza de Irlanda en la película y apoyarse en eso. La historia es lo suficientemente oscura de todos modos, pero queríamos las imágenes y las locaciones para ser lo más cinemáticas posible”. La geografía montañosa de la isla impacta la historia. “Estas montañas amenazantes tienen mucha tragedia detrás de ellos”, dice Gleeson. “Ha sido informativo, en términos de la amplitud de la vida irlandesa, porque los dos lugares son muy diferentes. Achill tiene enormes montañas; Inishmore no tiene árboles. Sin embargo, tienen una intimidad sobre ellas que es muy real. Era un sueño poder venir a estos lugares”.
Cuando la producción comenzó a filmar, apenas se habían consumido unos días de verano y las jornadas eran largas y bañadas por el sol. A medida que pasaban las semanas, el clima cambió: las lluvias se avecinaban y el otoño enseñaba las orejas. Esta sensación de cambio de estaciones reflejaba la historia. Al mostrar la majestuosidad de los paisajes, la belleza de los atardeceres y las tormentas, el director McDonagh quería hacer una de las películas irlandesas más bellas de la historia. “El verano en Irlanda es por lo general bastante lluvioso y adusto, pero cuando filmamos fue hermoso. Fue majestuoso. Los atardeceres y los cielos eran fantásticos y se prestaron a una pieza hermosa”.
Almas en Pena de Inisherin es una tragedia eterna con toques de humor, que señala lo insignificante de la vida de las personas a contraluz con el peso de la amistad. Y todo ello sobre uno de los escenarios más bellos de Europa. Toda una obra de arte.