Hermético hasta 30 atm (o 300 metros), este reloj fue el primero en incorporar un bisel giratorio unidireccional con doble indicación del tiempo de inmersión y de la profundidad para garantizar un ascenso seguro sin tener que realizar paradas de descompresión. En aquella época, la regla de oro de los submarinistas eran las tablas de inmersión sin descompresión de la Armada de Estados Unidos que utilizaban para determinar cuánto tiempo podían permanecer a una profundidad determinada para regresar a la superficie sin riesgo de sufrir un accidente de descompresión. Los ingenieros de DOXA consiguieron integrar los valores de la Armada de Estados Unidos en el bisel, en naranja en un anillo exterior de «profundidad» y en negro en un anillo interior de «minutos», una patente de DOXA.
El SUB se convertiría en una leyenda, fácilmente reconocible por su esfera naranja brillante, la primera en un reloj de submarinismo, que contrastaba con las tradicionales esferas negras o blancas de la época. A partir de 1968, era prácticamente imposible que millones de telespectadores no se diesen cuenta del SUB 300 en las muñecas de los submarinistas que se lanzaban al mar desde la cubierta del Calypso y que les llevaban en fascinantes misiones a explorar El mundo submarino de Jacques Cousteau. Al capitán Jacques-Yves Cousteau, coinventor de Aqua-Lung, el primer aparato autónomo de respiración subacuática, y considerado como el padre del submarinismo moderno, le gustó tanto el SUB 300 que adquirió los derechos exclusivos de distribución en Estados Unidos.
En 1969, DOXA introdujo la válvula de liberación de helio (HRV, por sus siglas en inglés) en el SUB 300T Conquistador. La HRV está diseñada para el tipo de actividad subacuática más técnica a profundidades superiores a las que pueden llegarse con equipos de submarinismo estándares: el buceo de saturación. En este caso, los submarinistas trabajan desde una campana de buceo en la que respiran una mezcla especial, compuesta normalmente por un 20 % de oxígeno y un 80 % de helio (heliox), para evitar los riesgos asociados al nitrógeno. Las moléculas de helio son las segundas más pequeñas de la naturaleza y ni siquiera las juntas herméticas pueden impedir que entren en un reloj. Durante la descompresión, cuando la campana de buceo asciende de vuelta a la superficie, el helio se expande y queda atrapado en el interior del reloj. La HRV unidireccional permite que las partículas de helio se escapen sin comprometer en ningún momento la hermeticidad del reloj. Sin ella, la presión acumulada dañaría el reloj y haría que el cristal saliese disparado literalmente.
Basado en el concepto de que un reloj deportivo debe sobresalir en cualquier escenario, el SUB 300β conserva todas sus características fundacionales de reloj herramienta al tiempo que incorpora estilo y elegancia. Manteniendo el diámetro de 42,5 mm, DOXA ha modificado sutilmente el diseño de la caja para reducir el perfil a tan solo 11,95 mm (en comparación con los 13,65 mm de la caja del SUB 300T) y ha disminuido la altura del bisel 0,5 mm.
El resultado es un modelo de proporciones más ligeras y contemporáneas: mientras que la caja de acero inoxidable conserva la integridad funcional del reloj, el bisel de cerámica negra y la corona enroscada afirman su carácter deportivo y chic. El sofisticado acabado rayos de sol de la esfera y el discreto motivo ondulado juegan con la luz, creando un radiante telón de fondo para la información esencial que proporcionan las agujas, los índices horarios y la fecha.
El reloj está equipado con una correa de caucho FKM en el color de la esfera o en blanco (en el caso de las referencias Caribbean y Searambler). También está disponible, previa solicitud, la histórica pulsera de acero inoxidable «grano de arroz». Ambas opciones incluyen un cierre desplegable con una extensión para traje de neopreno y el icónico símbolo «DOXA Fish».
Hermético hasta 30 atm, o aproximadamente 300 metros, el reloj está diseñado para explorar el fondo marino con total seguridad, su cristal de zafiro resistente a los arañazos es antirreflejos, y el movimiento automático suizo, con la decoración de DOXA, ofrece una reserva de marcha de unas 38 horas.
Fiel al lema de DOXA de desafiar las convenciones y ampliar siempre los límites, el SUB 300β es un submarinista que captura el espíritu de la época, al tiempo que cultiva un look chic, deportivo, moderno y elegante para la ciudad.