Sigue nuestra Listplay de Spotify | 10 beneficios de escuchar música antes y durante la actividad física

Publicidad

Un reciente estudio de la Universidad de Estocolmo, realizado sobre 252 atletas de élite, sugiere que los deportistas profesionales escuchan música durante el calentamiento, las sesiones de entrenamiento y antes de las competiciones con propósitos claros. Según este estudio los atletas  afirman que escuchar música aumenta la activación previa al evento, el afecto positivo, la motivación, los niveles de rendimiento, la confianza y experimentar el “estado de flujo”.

Publicidad

El ser humano sincroniza sus ritmos biológicos con el ritmo de la música

Otro estudio del 2020 de varias universidades italianas demuestra que escuchar música en actividades de resistencia o alta intensidad tiene evidentes efectos beneficiosos, sobre todo en las de resistencia, y que la música mejora las cargas de entrenamiento, el rendimiento, pero avisa de que existe el riesgo de una percepción alterada del esfuerzo. “La música suele utilizarse como un elemento disociativo. Es decir, un motivo para evadirse del esfuerzo y el dolor durante el entrenamiento. Con música muy motivadora y un ritmo acelerado (130 pulsos por minutos), la capacidad disociativa se multiplica incluso en entrenamientos de alta intensidad”. Afirma Matthew Stork investigador de la Universidad de la Columbia Británica. Es lógico pensar que el riesgo de un entusiasmo desmedido y el efecto analgésico disociador que la música provoca sobre los practicantes es mayor en los amateurs que en los profesionales, mucho más conscientes de las condiciones de su cuerpo, sus límites y sus medidos y monitorizados entrenamientos.

La música facilita la concentración del deportista, eleva la moral, dispara una serie de emociones, altera el estado de ánimo, evoca recuerdos, incrementa el esfuerzo, aumenta la emoción, induce estados de mayor actividad, reduce la inhibición, provoca movimientos rítmicos sincronizados con la canción y mejora la ejecución de la técnica.
Dr. Costas Karageorghis

Matthew Stork descubrió durante sus investigaciones que la música con un tempo rápido acelera la frecuencia cardíaca del deportista incluso antes de comenzar el ejercicio. Para Stork la explicación reside en el fenómeno de arrastre o inducción, por el cual el ser humano sincroniza sus ritmos biológicos con el ritmo de la música. Otra investigación de la Universidad Memorial de Newfoundland (Canadá) encontró que la música con un ritmo alto, de 130 pulsos por minuto, puede prolongar los ejercicios de alta intensidad debido al aumento de resistencia del deportista y la baja percepción del dolor. Pero además, que la recuperación de la frecuencia cardiaca a niveles de reposo se alcanza mucho antes cuando se entrena escuchando música. Lo que indica que la música no solo actúa como activador sino como relajante de la actividad cardiaca.

EFECTOS DE LA MÚSICA DURANTE LA ACTIVIDAD DEPORTIVA

  • Mejora el buen humor
  • Eleva la predisposición y la motivación
  • Rentabiliza el consumo energético
  • Relaja la musculatura
  • Mejora la técnica
  • Reduce la percepción del esfuerzo
  • Eleva la concentración
  • Eleva la confianza
  • Induce el estado de flujo
  • Acelera y desacelera el ritmo cardíaco
Publicidad

artículos relacionados

¿Puede tu dotación genética predecir las lesiones que vas sufrir?

¿Quieres cuidar tu corazón? Come chocolate

¡Brian Cox te avisa de que te levantes del escritorio!