Me gusta mucho la emoción y sensación de competir y también disfruto de la tranquilidad que siento cuando pinto”, explica esbozando una sonrisa en su rostro Caitlin Fielder, cuyo destino le tenía reservadas muchas sorpresas: sin ir más lejos la hizo cruzar medio planeta y viajar de Nueva Zelanda a Andorra para acabar conjugando sus dos grandes pasiones: la pintura y el deporte. Salomon vuelve a producir un nuevo documental, ‘Caitlin Fielder, pintando senderos’, donde descubre la historia de esta joven atleta que pinta zapatillas y a su vez brilla en las mejores carreras de trail del mundo.
Apasionada de la pintura desde pequeña, fue en la universidad cuando Caitlin empezó a vender sus dibujos, mayormente retratos de perros. Más adelante, su novio, el ciclista profesional del UAE Team Emirates George Benett, le pidió que por su aniversario le pintase unas de sus zapatillas de bici. En el Tour de Francia, muchos compañeros vieron las zapatillas y empezaron a hacer cola para poder tener unas. “Todo surgió de forma muy natural” recuerda la neozelandesa que personalizó también las zapatillas que recibió de premio el ganador de la Olla de Núria 2021. “Esas zapatillas sirvieron para abrirme las puertas y convertirme en una atleta profesional de Salomon”, explica Caitlin.
"Antes de disputar una carrera me va bien pintar porque me ayuda a no pensar y a controlar los nervios"
El documental muestra la faceta artística de Caitlin y también la deportiva. La acompaña en la final de las Golden Trail World Series de Madeira 2022, donde corrió lesionada de la espalda (se fracturó una vértebra). Y también nos adentra en su estudio, nos muestra parte de su trabajo y nos explica en primera persona como conjuga sus dos pasiones y lo bien que se complementan.
“Antes de disputar una carrera me va bien pintar porque me ayuda a no pensar y a controlar los nervios”, asegura la joven atleta de Salomon que a buen seguro se traerá sus pinceles y zapatillas a Zegama, donde tomará la salida en la maratón el próximo 14 de mayo. Una carrera única para una atleta única que, de nuevo, sonreirá porque estará haciendo lo que más le gusta: “Me encanta pintar y me encanta correr”. ¿Qué más se puede pedir?”.