La dotación genética juega un papel significativo en la predisposición de los deportistas a sufrir lesiones. Diversos estudios han demostrado que ciertos factores genéticos pueden influir en la estructura y función del tejido conectivo, la fuerza muscular, la flexibilidad y la capacidad de recuperación, todos ellos elementos cruciales para el rendimiento deportivo y la prevención de lesiones. Por ejemplo, variaciones en genes relacionados con la producción de colágeno pueden afectar la resistencia de los tendones y ligamentos, lo que podría aumentar el riesgo de lesiones como esguinces o desgarros.
Además, la genética también puede influir en características biomecánicas individuales, como la alineación corporal y el patrón de movimiento, que son determinantes en cómo un atleta se mueve y se adapta a las exigencias del deporte. Los deportistas con una predisposición genética a ciertas condiciones musculoesqueléticas pueden ser más susceptibles a lesiones específicas. Sin embargo, es importante destacar que aunque la genética puede aumentar el riesgo, factores ambientales, como el entrenamiento adecuado, la técnica deportiva y las condiciones de competición, también juegan un papel crucial en la prevención de lesiones. En resumen, la interacción entre la dotación genética y los factores externos determina en gran medida la tendencia de un deportista a sufrir lesiones.
Marcados por la Herencia Genética
Muchos estudios destacan cómo las variaciones genéticas pueden influir en la susceptibilidad a lesiones deportivas, aunque es importante recordar que otros factores como el entrenamiento, la técnica y el entorno también son cruciales. Aunque los ejemplos son abundantes estos son los más importantes:
- Estudio sobre el gen COL5A1: Un estudio publicado en el “American Journal of Sports Medicine” examinó la asociación entre variaciones en el gen COL5A1, que está relacionado con la producción de colágeno tipo V, y la predisposición a lesiones en tendones en atletas. Los investigadores encontraron que ciertas variantes genéticas estaban asociadas con un mayor riesgo de lesiones en los tendones, especialmente en aquellos que participan en deportes que requieren alta carga sobre las extremidades.
- Investigación sobre el gen MMP3: En un estudio publicado en “The Journal of Orthopaedic Research”, se analizó la relación entre polimorfismos en el gen MMP3 (que codifica una metaloproteinasa de matriz) y la susceptibilidad a lesiones musculoesqueléticas. Los resultados sugieren que ciertas variantes del gen MMP3 estaban asociadas con un mayor riesgo de lesiones en deportistas, lo que indica que la capacidad del cuerpo para remodelar el tejido conectivo puede influir en la propensión a sufrir lesiones.
- Estudio sobre el síndrome de hipermovilidad articular: Un artículo publicado en “The British Journal of Sports Medicine” exploró cómo las características genéticas relacionadas con la hipermovilidad articular pueden afectar a los atletas. Se encontró que los deportistas con una mayor predisposición genética a la hipermovilidad tenían un riesgo incrementado de sufrir lesiones articulares y musculares, lo que sugiere que esta condición genética puede ser un factor de riesgo importante para ciertos tipos de lesiones deportivas.
Análisis de tu dotación genética en tu propia casa
La empresa ADNTRO comercializa un test que se puede realizar desde la casa del usuario con una simple muestra de saliva. Según la empresa, con este test, además de tu ancestría, personalidad, salud y tolerancia a alimentos y fármacos, se puede conocer la predisposición genética a lesiones deportivas, ayudando al deportista a entrenar de forma inteligente y segura. Los resultados se utilizan como guía y de forma mensual los resultados se actualizan según las últimas investigaciones y estudios.
El test de ADN permite optimizar el rendimiento deportivo, ya que, según ADNTRO, ayuda a comprender cómo el cuerpo responde a distintos tipos de entrenamiento y construye el músculo te ayuda con la planificación eficiente de tus entrenamientos. El informe mide parámetros como la tendencia al sedentarismo y la respuesta a deportes de fuerza o de resistencia en base a la proporción de fibras musculares rápidas/ lentas. También ayuda a saber sobre tu capacidad aeróbica, y cómo es la recuperación muscular en base a la predisposición para presentar niveles altos de creatina quinasa o a la inflamación muscular, y dará pistas sobre dónde prestar especial atención en los entrenamientos en base a la predisposición de determinadas lesiones como la del ligamento cruzado anterior, fractura por sobrecarga, tobillo o tendón de Aquiles.
Esquivar las lesiones más comunes y reforzar con nutrigenética
En el caso de este último, por ejemplo, “existen marcadores genéticos que permiten predecir el riesgo que tiene una persona a sufrir lesiones en el tendón de Aquiles. Se ha examinado el papel de los polimorfismos genéticos (SNPs) en genes relacionados con la estructura y función del tendón, como COL5A2 (colágeno tipo V) y MMPs (etaloproteinasas de matriz)”, explica Sandra Ferreiro, responsable del área científica de ADNTRO
La genética juega también un papel importante en la lesión del ligamento cruzado, “por variantes genéticas asociadas que pueden afectar la estructura del cuerpo, ya que se localizan en genes como COL1A1, COL3A que codifican las proteínas de colágeno presentes en los ligamentos”, y en la temidas fracturas por sobrecargas también conocida como fracturas por estrés. “Se cree que la fisiopatología de las fracturas por estrés está relacionada con la carga mecánica cíclica del hueso, que estimula una respuesta de remodelación incompleta. Las fracturas por sobrecarga ocurren cuando la carga repetitiva aplicada al hueso supera su capacidad de reparación y remodelación. Un aumento repentino en la intensidad o duración del entrenamiento en personas con susceptibilidad genética puede originar dicha lesión. En este caso intervienen los genes relacionados con la estructura ósea, como el COL1A2 que codifica el colágeno tipo I y que puede influir en la resistencia ósea”, añade la experta.
Es importante destacar que la genética no es el único factor determinante en las lesiones deportivas, ya que intervienen otros factores, como el nivel y la técnica deportiva, además de la nutrición. Para ello, el informe nutrigenético de ADNTRO sobre el código genético es también una útil herramienta para el deportista, ya que proporciona información sobre su comportamiento alimentario, su predisposición a la inflamación intestinal y la acumulación de grasa corporal, así como la recomendación sobre la distribución óptima de macronutrientes en su dieta.
“Saber cómo tu cuerpo procesa los nutrientes te permite diseñar una dieta que satisfaga necesidades específicas. Puedes asegurarte de obtener suficientes vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales para mantener una buena salud, así como adaptar tu ingesta y elección de alimentos para mantener una buena salud metabólica”, explica Marta Alonso, responsable del área de Nutrigenética de ADNTRO.
Más Información: ADNTRO