En un recorrido geográfico que desborda las fronteras de Europa y el Mediterráneo, Javier Traité y Consuelo Sanz de Bremond se adentran en más de mil años de higiene medieval, desde el ocaso de Roma hasta el siglo xv, para mostrarnos, a partir de un exhaustivo estudio de las fuentes documentales y los últimos hallazgos arqueológicos, un fascinante panorama. Sabremos por qué desaparecieron las grandes termas, descubriremos la vibrante cultura del baño del Medievo, conoceremos la relación entre medicina e higiene y veremos teorías médicas a veces descabelladas —como que el útero era un órgano ambulante en el interior de la mujer—, explicaremos cómo se organizaba la limpieza de las ciudades, cómo eran las letrinas y el sistema de evacuado de residuos, cómo era la higiene en castillos y campos y pondremos a prueba el mito de la suciedad de los bárbaros.
Conoceremos, en definitiva, a unos medievales tan preocupados por oler bien y mantener limpios sus cuerpos, ropas y vecindarios como nosotros y, en ocasiones, mucho más conscientes de su entorno.El olor de la Edad Media es un libro único en su género, ambición y profundidad, resultado de cuatro años de trabajo de los autores, una auténtica historia de la Edad Media desde un punto de vista nuevo y original que cambiará para siempre nuestra visión de esa época.
5 COSAS QUE NO SABÍAS SOBRE LOS BAÑOS MEDIEVALES
- Cuando acabó el Imperio romano no se acabaron los baños. La gente siguió bañándose.
- Los pueblos germanos amaban los baños y no solo eso, les gustaba muchísimo la sauna.
- La casa de baños, con sauna casi siempre, era una instalación básica en prácticamente cualquier ciudad medieval.
- Aunque es cierto que algunos baños, sobre todo en el centro de Europa, podían ser prostíbulos, no todos lo eran y la gente simplemente iba a lavarse y a socializar.
- El milenio medieval fue el milenio en el que se popularizó el uso del jabón y la gente lo utilizaba para lavarse de la cabeza a los pies.
5 CURIOSIDADES SOBRE LA LIMPIEZA Y LA HIGIENE EN LAS CIUDADES MEDIEVALES
1. Las ciudades medievales empezaron a desarrollar un montón de normativas de limpieza para que aquello se mantuviera en orden. Ponían buenas multas, en algunos casos funcionaban mejor y en otros peor.
- A menudo, los vecinos estaban obligados a limpiar su tramo de calle y si no lo hacían, podían tener problemas muy serios.
- Como uno no siempre puede fiarse de los vecinos, en muchas ciudades nombraban cargos públicos que limpiaban las calles o incluso los contrataban con dinero público.
- Aunque es cierto que había mucho barro en las calles, las ciudades medievales empezaron a empedrar sus calles más transitadas a partir de los siglos XII-XIII.
- Para todo ese apestoso excremento humano que se generaba en las ciudades había gente encargada de sacarlo de allí para llevarlo a los campos y que sirviera como estiércol.
5 SECRETOS QUE DESMIENTEN QUE EN LA EDAD MEDIA LA GENTE FUERA MUY SUCIA
- La gente en la Edad Media se lavaba las manos habitualmente, hasta el punto de que en las clases nobiliarias aquello era incluso un ritual de cortesía.
- Nada de dientes negros y horribles. En la Edad Media la gente se lavaba los dientes con palillos, masticando ramitas o con algunas raíces, y había recetas de algunos dentífricos y colutorios.
- En la Edad Media la gente no vestía como nosotros, utilizaban una capa de ropa interior que servía también para la higiene del cuerpo.
- La gente en la Edad Media cuidaba mucho la ropa y la lavaba con jabón y con lejía.
- En la Edad Media había un montón de recetas de depilación e incluso desodorantes.